Después de varios días de ausencia y puesto que la semana pasada fue el cumpleaños número 70 de Mr. Roger Waters (conocido en mi país como Rogelio Aguas) y curiosamente hoy se cumplen 5 años de la muerte de Richard Wright creo que es justo que el día de hoy les recomiende un concierto altamente deleitable, perfecto para un Domingo nublado que se convertirá en una fiesta patria en la noche (algo hipócrita, sobra decirlo) pero en fin este concierto que les voy a compartir el día de hoy ocurrió hace mas de 40 años cuando Waters era todavía un chavito (ni tan chavo, ya hacía de las suyas en la producción).
Este concierto consiste en dos elementos simples: un anfiteatro romano desolado a las faldas del volcán Vesubio ubicado en la legendaria ciudad de Pompeya y la música de Pink Floyd; es en verdad todo un reto al que se enfrentaron los cuatro músicos al tocar un concierto frente a una audiencia completamente ausente, ausentes de aplausos o vítores que los ayudaran a motivarse, pero ese era precisamente el efecto que buscaba la banda: aprovechar la acústica del lugar y convertirla en un eco infinito de su propia música.
las canciones de la banda no son de las mas conocidas (excepto quizá "Echoes") pero no cabe duda que no es necesario que las conozcamos ya que la banda se encarga de meternos de fondo a las seis canciones que fueron presentadas en la versión final de la película, en esta ocasión les comparto la versión del director que fue editada con proyecciones visuales que hacen bastante ameno el viaje las cuales incluyen pasajes por las ruinas de Pompeya, el volcán Vesubio en actividad, y una que otra imagen interestelar, pero sin mas dimes y diretes los dejo con hora y media de golosinas sonoras y visuales.
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