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lunes, 1 de julio de 2013

1968 Beggars Banquet

1968-rolling-stones_byDavidBailey
Los Rolling Stones, esa vieja banda inglesa que siempre estuvo a la sombre de los Beatles pero ¿En verdad es así? ¿Acaso no ha habido momento en el cual la banda destacó por encima de estos? Yo me atrevería a decir que sí, y ese momento fue a partir de 1968, el año en el cual la banda comenzó con su tetralogía de discos exitosos y de buena calidad, por lo menos es como yo visualizo al Beggars Banquet, un disco que representa el cambio de actitud en la banda, dejar de tratar de imitar lo que los Beatles estaban haciendo, es por eso que este disco suena como un verdadero disco de Rock,
Cuenta con tan sólo diez temas en los cuales podemos ver a los cinco músicos explotar el potencial que tenían de multiinstrumentistas, especialmente Brian Jones quien toca aquí la slide guitar, la sitar, el melotrón, la tambura, la armónica y la guitarra acústica, sin embargo este disco realmente carece un poco de la diversidad de instrumentos a comparación de los álbums anteriores de los Stones, mas bien lo que caracteriza a este disco es la variedad de ritmos y el momento donde se comienza a explotar el potencial tanto de Keith Richards en la guitarra como de Mick Jagger en la voz.
"Jumpin Jack Flash", un sencillo que la banda editaría antes del lanzamiento de este álbum sería un punto crucial donde la banda comenzara a tener éxito, Bill Wyman y Charlie Watts comienzan a tener mayor presencia en la parte instrumental lo que logra darle un toque único al álbum; cabe resaltar dos cosas: la relevancia que tiene Nick Hopkins como 6to Stone en el álbum y que este sería el último álbum de Jones como miembro oficial de la banda
BB
Las congas y las maracas anuncian la llegada de “Sympathy For The Devil” con un ambiente selvático y cuyo ritmo inmediatamente es llevado por el ritmo del teclado y del bajo que esta vez es tocado por Keith Richards, este tema nos cuenta la historia de un diablo pidiendo respeto a sí mismo y se hace llamar el gran controlador del mundo, contiene también dos grandes solos de guitarra y la interpretación de la voz de Mick Jagger llevada al límite, este tema es seguido por “No Expectation” donde los Stones nos llevan tiempo atrás, tiempos en los que el Blues se estaba gestando y tipos como Robert Johnson reinaban y todo esto gracias al slide de la guitarra que es sutilmente acompañada por una acústica y más tarde por el piano, lo más country de la banda se encuentra en pistas como “Dear Doctor” que tiene ese ambiente western que nos habla de un joven que es abandonado por su prometida en plena boda, la armónica tocada por queda perfecta para la melancólica historia.
“Parachute Woman” es otro intento por hacernos recordar al Blues, pero esta vez el de los años 40s-50s y con una armónica un poco más ‘agresiva’ podría decirse así, “Jigsaw Puzzle” es otra genialidad en donde toda la banda es partícipe, donde podemos escuchar a Bill Wyman hacer destacar su bajo que acompaña al slide de la guitarra, el rompecabezas del tema se completa con la sorprendente ejecución de Nick Hopkins en el piano, la atronadora guitarra llega en “Street Fighting Man” que es catalogada como una de las pistas más revolucionarias de la banda, caracterizada por una letra en contra de la autoridad y donde Jones se hace presente con su sitar y su tambura, vale la pena citar “Prodigal Son” que es un cover a Robert Wilkins y donde podemos notar la química Richards/Jagger que se hace presente en los temas tan íntimos y donde fácilmente podríamos decir que son los únicos que participan en dicho tema.
Ya estamos llegando al final por que suena “Stray Cat Blues” y la manera suculenta en la que es tocada la guitarra, pero… ¡Sorpresa! No es Richards quien la ejecuta esta vez si no Brian Jones quien nos deja con la boca abierta tras llevarse tan bien con el piano y la batería, y hacer de las suyas también en el melotrón, la calma llega con “Factory Girl” donde se nota una influencia americana y nos imaginamos a la banda rodeando una fogata, especialmente a Charlie Watts que confesaría años más tarde haber tocado mal la tabla hindú, sin embargo es este sonido el que caracteriza al tema, de una manera nostálgica llega “Salt of The Earth” que presagia ser un himno con letras de cinismo hacía las personas ‘trabajadoras’, el soul se hace presente por única vez en el álbum cuando los coros de un conjunto angelino nos conducen al final del tema junto con el juguetón piano de Hopkins.

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