Comenzaban los años dosmiles y la idea de formar un supergrupo digamos que no era de lo mas indicada, sin embargo juntar a la parte instrumental de Rage Against The Machine con la voz que le daba vida a Soundgarden fue una decisión que era lógico que rendiría frutos, aunque la esencia rebelde y socialista de la primera banda se iba a perder y el Grunge ya no iba a destacar, la mezcla de estas dos bandas daría como resultado una banda que te hace esclavo a su sonido tal como señala su nombre, Audioslave era una banda formada por Brad Wilk, Tim Commerford, Tom Morello y Chris Cornell, que lamentablemente vería su fin seis años después de su formación debido a diferencia de sonido.
Y es que en el primer disco de la banda se nota claramente que la música de esta estaba siendo influenciada por RATM, sin embargo en el segundo ya habían logrado mostrar un sonido propio que agradaría bastante a las críticas, en el tercero volverían a hacer algo similar al primero lo que provocaría que la banda tuviera que separarse; el día de hoy les hablaré del segundo disco: Out of Exile, disco que los llevaría a ser la primera banda de Rock estadounidense en presentarse en Cuba, hecho que pone a la banda detrás de un acontecimiento totalmente histórico y los vuelve una especie de ídolos para una generación; Hard Rock bienmaltratado, distorsión, potencia, ¿De que otra manera definirlos?
Tenemos ahora un panorama melancólico nuevamente con “Doesn’t Remind Me” donde la batería de Brad Wilk se luce y cuya melodía nos recuerda a un viejo recuerdo que ahora se ha olvidado, para variar la guitarra se luce con el solo mientras el bajo la acompaña, donde la batería también esté de lujo es en “Drown Me Slowly” donde podemos escuchar riffs sincopados y mastodónicos, el solo simula una tornamesa y al finalizar nos devuelve un poco a la calma justo a la mitad del tema para volver a la furia y cerrar el tema, “Heaven’s Dead” es un tema de melancolía y nostalgia pura muy bien interpretado por la voz de Cornell que termina después de un solo sencillo y un poco romántico.
Otro riff pegadizo y aplastante se encuentra en “The Worm” donde la guitarra viaja sonoramente hablando y no deja de resonar detrás de la voz y es en ciertos ratos cuando escuchamos al bajo de Tim Commerford hasta que llegamos al solo cuando lo escuchamos destacar con mayor potencia, la batería se aloca en “Man or Animal” donde la guitarra tiene ciertos despuntes y la verdad es que solo es protagonista en el solo donde se desborda de una manera descomunal, en “Yesterday To Tomorrow” se tranquilizan un poco las cosas y la verdad es que me recuerdan un poco a su primer disco aunque no deja de ser un muy buen tema instrumentalmente hablando y donde por supuesto también destaca la voz y el final se vuelve épico gracias a la guitarra que nos transporta con un sencillo pero viajante solo.
Una de mis favoritas es “Dandelion” donde la batería vuelve a agarrar fuerza y la guitarra tiene destellos muy sutiles aunque en verdad la que se lleva el tema es la batería que parece querer causar un terremoto el final, “#1 Zero” ralentiza de nuevo pero es viajante en muchos sentidos gracias a los efectos de la guitarra, a la mitad logra transformarse sin que el bajo deje de bajar la potencia y suena cada vez más y más Hard Rock, por último tenemos “The Curse” que pretende ser nostálgica hasta hacernos mandar por un tubo todas nuestras penas, Chris Cornell logra que su voz se escuche apaciguadora pero un poco desesperante a la vez, por último el solo es como debía de ser: hecho y tocado con mucha dedicación y con un poco de efectos.
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