Después de que John Fogerty y Doug Clifford terminaran su servicio militar la banda ya estaba lista, ahora si, para lanzar un disco. Habían olvidado el estilo de The Golliwogs, banda anterior a Creedence, en la que habían tenido un sonido un tanto Pop, Garage y no muy bien trabajado. Finalmente había nacido Creedence Clearwater Revival junto con su hermano Tom Fogerty en la segunda guitarra y Stu Cook en el bajo que es tal como se le recuerda hoy en día. Había nacido el llamado Rock Sureño. Aunque aun así el sonido de la banda en este álbum no era todavía tan Country, el éxito vendría a partir del año siguiente con el lanzamiento de su segundo álbum de estudio: Bayou Country y el comienzo de una trilogía sublime.
Muchos de ustedes quizá recuerden a Creedence como una super bandota de los 60s no lo fue tanto así en su tiempo, a pesar de que eran buenos, el hecho de no haber dado una buena presentación en Woodstock lamentablemente les resto puntos, sin embargo el éxito internacional que lograrían años mas tarde los ayudaría a colocarse como una de las bandas emblema de la época; y es que Creedence tiene en su discografía tanto canciones nostálgicas que nos transportan a viajes en el campo como temas intensos y netamente rockeros, esto se debe en gran parte a la gran técnica guitarrera y la capacidad compositiva de su líder John Fogerty, que junto con los arreglos instrumentales de sus compañeros conforma una banda bien hecha y derecha, increíble saber que sacaran tres álbumes ese año con una calidad extraordinaria para esa época, he aquí la reseña del primero de ellos.
Lo que los Creedence logran en este álbum es una mezcla de psicodelia y Garage Rock que se refleja desde el principio con “Bayou Country” y las congas que acompañan a la distorsionada guitarra que nos brinda solos extraídos de la estratósfera sincronizados con los demás instrumentos, los gritos de Fogerty también son responsables de dicho divague, llega “Bootleg” con las guitarras como protagonistas, la acústica acompañando y la eléctrica repiqueteando después de cada verso, el ritmo es rock n rollero de una manera un poco discreta, le sigue “Graveyard Train” que contiene un ritmo blues que es llevado por el bajo y es uno de los temas más largos de la banda, aunque la monotonía se rompe en cuanto se escucha el sonido de la armónica que llega como una segunda voz y se acompaña de uno que otro destello de la guitarra eléctrica.
El único cover del disco resulta ser uno de los mejores en la discografía de los Creedence “Good Golly Miss Molly” original de Little Richard y que la guitarra de Fogerty convierte en una maravilla junto con la alegre batería y la segunda guitarra que Rock N Rollean hasta mas no poder, el piano no se salva de sonar como elemento primordial, entonces llega otro tema sumamente guitarrero “Penthouse Paper” donde esta llega hasta los niveles más inhóspitos de nuestro oído sin sobrepasar nunca el número de decibeles aceptados en nuestro cuerpo para poder disfrutar del tema plenamente, para que no nos hastiemos de Rock N Roll llega “Proud Mary” el gran clásico de Creedence por excelencia con esa melodía tan nostálgica y tan agradable al cerebro, vamos a terminar el disco con un tema jammero “Keep On Chooglin’” que poco a poco va agarrando ritmo y encontrando su caudal a través de un sendero truculento apoyado por la intensidad y agresividad de la armónica, escuchamos los gritos de Fogerty mientras nos cautiva con sus solos de guitarra hasta el final del tema.
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