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lunes, 1 de julio de 2013

1979 Overkill



La reseña de esta ocasión es dedicada a un álbum publicado por ahí de marzo del 79 y que hasta nuestros días sigue ejerciendo una importante influencia dentro de la escena del Hard Rock y el Metal, y no podría referirme si no al Overkill de Motörhead. El álbum demuestra la energía de un movimiento que acababa de iniciar: la NWOBHM (Nueva ola de Heavy Metal Británico) y que influiría en muchas generaciones póstumas de Headbangers. El estilo del álbum contiene la influencia del Rock and Roll de su producción anterior, junto con la influencia Punk aportada por Lemmy lo que dio por resultado un elemento más veloz al Metal que muchas bandas heredaron.



Hablemos de su portada, de tiempos en los que no existía por ese entonces ninguna mascota del Metal, desde que Joe Petagno crea a Snaggletooth para el album debut de Motörhead se veía que el mismo Joe ya tenia planeada la manera de usarlo una y mil veces, en esta ocasion lo pone como un demonio que irradia luz y hace verlo como una de las mejores portadas del Rock en general.

A mi parecer este álbum influyó sobremanera en el elemento de la velocidad como queda demostrado en el tema principal y que es el que abre: “Overkill” donde las percusiones de Phil Taylor son demoledoras dando origen a los inicios de géneros más extremos como el Thrash Metal.

Todos los temas de este disco son grandiosos, no existe ninguno regular, aceptable, si no que todos son excelentes, van desde el coro contagioso con esa guitarra sucia en “Stay clean”, los gritos de Lemmy y la rebosante bateria de “(I Won’t) Pay your price”, la letra bizarra de “I’ll be you sister”, la melodía de las guitarras con poca distorsión en “Capricorn”, la irreverencia e ingratitud de “No class”, el riff lleno de rock  potente en “Damage case”, el intro de bajo inconfundible de una rola llena de solos como es “Tear ya down”, el riff melódico del inicio de “Metropolis” junto con sus solos llenos del Wah de la guitarra de 'Fast' Eddie Clarke, y para finalizar el cambio de ritmo que va de lo calmado a lo veloz en “Limb from limb”. Indudablemente el disco es uno de lo mejores de su época y todas sus canciones tiene el sello del bajo de Lemmy, los solos de Eddie Clarke y el estilo rápido de las percusiones  de Phil Taylor, que nos muestra la potencia de la Ola de Metal británico de aquellos viejos tiempos que se aproximaba a desembocar pocos años después.

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